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Contratar al CEO equivocado, te quitará más que el sueño

Espero que tengan un inicio de mes con mucha energía. Empezamos el séptimo mes del año y aún no me la creo. Ha pasado todo tan rápido y de manera frenética que aún siento que no disfrute los días. 

Hoy quiero abordar en este artículo un tema que he trabajado en las últimas semanas y tiene que ver con la contratación de un CEO, también conocido como Director General, Managing Director o Gerente General en muchos países sudamericanos.

Quiero tocar este tema porque no es un aspecto menor en una empresa. Tanto para el accionista principal como para el Consejo de Administración y otros stakeholders, la contratación del CEO es un asunto estratégico que determina el futuro del negocio. 

Muchas veces me encuentro que las empresas quieren contratar un CEO basandose en la pura química, porque habla bien inglés, tiene buena presencia, postea mucho en Linkedin o porque es un recomendado de un amigo. Por increíble que parezca, esto pasa en empresas de todos los tamaños. No es un fenomeno exclusivo de las empresas pequeñas. Sin dudarlo, puedo decir que si la empresa no sigue un proceso de reclutamiento y selección bien estructurado está corriendo un riesgo innecesario. No se puede basar todo en el "feeling". Hay que tener información cualitativa y cuantitativa del candidato, y bueno, si después quiere aplicar el "feeling", pues no está mal.

En una ocasión un accionista principal, que se puede decir que era el dueño de una financiera, me comentó que deseaba contratar un CEO que le había recomendado su mejor amigo. No quería investigarlo mucho para no tensar la relación. Pero si me confesó, que le daba cierto temor dar ese paso. Recuerdo que me comentó "si me equivoco lo cambio rápido. Claro, agregó, le voy a poner todos los controles posibles para que no se me salga del huacal".

En realidad contratar un CEO, no es así de fácil. Hay que cuidar muchos factores y es un proceso que hay que cuidar. El Journey, como nosotros le llamamos, nos va ayudando a verificar o validar al candidato o candidata adecuada durante el proceso. Muchos candidatos que parecían buenos en el CV o en Linkedin se quedan en el camino, y otros que ni pintaban al principio, pueden ser los finalistas. Todo puede pasar. 


Una vez al mando, el CEO tiene el poder de hacer o no hacer, por mucho que le pongas controles. 


Consecuencias de una mala contratación

Como ya lo sabes, el CEO tiene un gran poder de decisión en la compañía y sus acciones tienen un fuerte impacto en sus colaboradores, accionistas y clientes. Veamos algunas consecuencias que se pueden dar cuando la empresa contrata al CEO equivocado:

  • Caída del desempeño (financiero y operativo) de la empresa: Un CEO equivocado puede tomar decisiones que no estén alineadas con los objetivos o la estrategia de la empresa, lo que puede provocar un descenso de los resultados generales. Ya sea caída de las ganancias o pérdidas financieras, disminución de la cuota de mercado y una pérdida de ventaja competitiva.
  • Pérdida de talento y moral de los colaboradores: Un CEO que carezca de la capacidad de liderazgo necesario o no sepa inspirar y motivar a los empleados puede provocar un descenso de la moral y la productividad. Los empleados con talento pueden desvincularse y abandonar la empresa, con la consiguiente pérdida de valioso capital humano. Con la llegada de un nuevo CEO, también la cultura puede cambiar, la forma de tomar decisiones cambia y muchos colaboradores no les gusta y abandonan la empresa o son dados de baja porque el CEO trae a su equipo.
  • Daño a la reputación de la empresa: Las acciones y decisiones de un CEO pueden afectar enormemente a la reputación de una empresa. Si el nuevo CEO toma decisiones poco éticas o no gestiona las crisis con eficacia, puede dañar la imagen de la empresa y erosionar la confianza de los clientes. Esto puede tener efectos duraderos en la marca de la empresa, a fidelidad de los clientes y la relación con los demás stakeholders.
  • Oportunidades de crecimiento desperdiciadas: Un CEO que carece de visión o no aprovecha las tendencias del mercado puede hacer que la empresa pierda valiosas oportunidades de crecimiento. Esto puede obstaculizar la capacidad de la empresa para expandirse a nuevos mercados, desarrollar productos innovadores o forjar alianzas estratégicas.
  • Pérdida de confianza de los accionistas y fondeadores: Los accionistas y los inversores confían en que un liderazgo competente tome decisiones empresariales acertadas que maximicen el valor para el accionista. Contratar al director general equivocado puede socavar la confianza de los inversores, provocando un descenso del precio de las acciones y una posible retirada de las inversiones, si es una empresa pública. Si es una empresa privada, puede afectar las relaciones con acreedores e inversores.
  • Incremento de la rotación del Top Management: Un CEO que crea un ambiente de trabajo tóxico o disfuncional puede provocar una alta rotación entre el equipo ejecutivo. Esta rotación constante puede perturbar la planificación estratégica, la toma de decisiones y la estabilidad general de la organización. La alta rotación del equipo directivo es una señal inequívoca de una mala gestión del CEO, ya sea solo por tema de su personalidad o por algo más grave. 


Nuestra firma ha realizado procesos de búsqueda, selección y contratación de CEOs, y eso nos ha permitido crear una metodología bien estructurada en donde valoramos a los candidatos a CEO en 5 puntos principales, además de los antecedentes profesionales:

  1. Experiencia en el sector empresarial de nuestro cliente.
  2. Estilo de liderazgo y personalidad.
  3. Tamaño de la empresa y conocimiento experto en situaciones críticas. 
  4. Visión empresarial, conocimiento financiero y de gestión de riesgos
  5. Adecuación cultural a la empresa.


Nuestra metodología va permitiendo conocer mejor a los mejores candidatos durante todo el Journey del proceso. Uno de los factores que más cuidamos es que el CEO tenga la habilidad de tomar decisiones basada en datos y que mantenga su control emocional en procesos de estrés prolongados.

Hay muchas empresas allá afuera que desean contratar al CEO solo usando esta maravillosa red llamada Linkedin, tienen un par de charlas, alinean expectativas e incentivos, medio se conocen ambas partes, acuerdan los economics y ¡ya está!. Si, es un proceso sencillo, lean, barato...pero que sale muy costoso.


Contratar al director general equivocado puede socavar la confianza de los inversores, provocando un descenso del precio de las acciones y una posible retirada de las inversiones, si es una empresa pública. Si es una empresa privada, puede afectar las relaciones con acreedores e inversores.


Después te enteras de que la empresa se encuentra en apuros. Porque no tiene suficiente fondeo y/o capital, porque no se cumplieron los hitos en el negocio, no hubo química real entre las partes, o bien, los resultados o beneficios prometidos nunca llegaron para ambas partes.

En conclusión, contratar a un CEO es una decisión que se debe tomar siempre con información y no solo dejarla a la química o al feeling, porque una mala contratación te puede matar el negocio, o al menos, herirlo de muerte. Lo que si es seguro, y muchos lo hemos padecido, es que un mal CEO puede convertirse en una auténtica pesadilla para todos.

Reclutar sin apoyo de una firma de Executive Search especializada en tu sector, puede ser un error muy costoso. No hay que olvidar que el CEO tiene el poder de impactar a tus clientes, colaboradores, accionistas, autoridades, fondeadores etc. Una vez al mando, el CEO tiene el poder de hacer o no hacer, por mucho que le pongas controles.

Es mejor invertir en un proceso de búsqueda profesional y aumentar las probabilidades de éxito de tu negocio, a dejarlo a la intuición y tomar decisiones sin información. Después, puede ser muy tarde y costoso corregir.

En lo personal me encanta liderar procesos de contratación de CEOs porque uno aprende de todas las partes. Y lo mejor de todo, conoce gente interesante y exitosa.

Nos vemos el siguiente lunes con otro tema. ¡Buena semana!

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